Vídeo: La Batata Y La Alcachofa De Jerusalén Son Todo Tipo De Flores. Crecimiento, Cuidado, Aplicación. Foto
2024 Autor: Ava Durham | [email protected]. Última modificación: 2023-12-17 00:24
La moda de las plantas exóticas e inusuales no disminuye, incluso a pesar del uso cada vez mayor de endémicas locales en el diseño del jardín. Los jardines no han escatimado en esta tendencia: hoy, junto con las habituales zanahorias y remolachas, cada vez más jardineros están asignando lugares para camas para cacahuetes, acelgas, chufu y otras plantas nunca vistas. Muchos de ellos, además de propiedades útiles y ventajas de sabor, pueden presumir de una decoración sorprendente. Por lo tanto, el estado de los cultivos en flor y tuberosos se combina con éxito con la batata y la alcachofa de Jerusalén, gigantes de jardín inimitables, que encontrarán un lugar en los macizos de flores.
Increíbles invitados extranjeros, la batata y la alcachofa de Jerusalén pueden convertirse en estrellas brillantes, que en apariencia se parecen más a plantas perennes en flor, en cualquier conjunto. Estas dos plantas son representantes típicos de la flora americana, que se encuentran en su tierra natal en la mesa y en el jardín con tanta frecuencia como tenemos patatas, que desde hace tiempo se han convertido en "nuestras" en Europa, y remolacha. Pero a diferencia de los habitantes típicos de nuestros jardines, tienen una ventaja indudable: una apariencia pegadiza y espectacular, gracias a la cual la alcachofa de Jerusalén o la batata pueden eclipsar incluso las plantas estrella en macizos de flores. A pesar de que los tubérculos fritos, hervidos y horneados de estas plantas se comen de la misma manera que las papas, no son plantas menos decorativas.
La alcachofa de Jerusalén es una planta tuberosa de tres metros que produce una abundante cosecha de vitaminas y deliciosos tubérculos. Es un cultivo perenne propenso a un crecimiento exuberante que necesita una plantación y un seguimiento regulares. De hecho, no será fácil cosechar tubérculos en los matorrales de una planta. Esta planta se cosecha en otoño: la alcachofa de Jerusalén adorna los jardines hasta finales de otoño, cuando se corta su follaje marchito junto con los brotes. Los tubérculos de esta planta se pueden almacenar directamente en el suelo, excavando hasta que se congelen según sea necesario, o se pueden dejar en el suelo durante todo el invierno y cosechar en primavera. Pero antes de que llegue el momento de deleitarse con los tubérculos dulces, la belleza de los grupos altos y desparramados de alcachofa de Jerusalén atraerá miradas de admiración.
En camas ordinarias en cualquier empresa, esta planta parecerá un exótico alienígena. La exuberante vegetación, los brotes altos y poderosos que envuelven exuberantemente y las cestas de inflorescencias de color amarillo brillante, los arbustos que coronan y la floración masiva en la planta se asemejan a una versión más grande y exuberante de los girasoles de jardín ornamentales. Es cierto que, a diferencia de este último, la alcachofa de Jerusalén forma exuberantes arbustos, extendidos y espectaculares cortinas gigantes, que no son inferiores en volumen incluso a los favoritos reconocidos del diseño "salvaje".
La batata es una planta con un carácter muy diferente. Este es un pariente muy cercano de la gloria de la mañana púrpura habitual: una elegante enredadera con flores en forma de embudo. Florece en verano y como si compitiera en belleza con las petunias, las batatas pueden desafiar las vides anuales de cualquier jardín. La hermosa vegetación en forma de flecha de hojas grandes y encantadoras flores blancas como la nieve recolectadas en densas inflorescencias con un ojo brillante en el centro parece ser una decoración inusual y lujosa del jardín. Y la cosecha que madura en verano ayudará a reponer el menú con tubérculos demasiado nutritivos con un sabor dulce. Por cierto, puede comer batatas no solo tubérculos, sino también hojas, que se parecen a las espinacas tanto en sabor como en posibles formas de cocción.
El uso de la batata y la alcachofa de Jerusalén como cultivo ornamental está determinado por su apariencia pegajosa.
La alcachofa de Jerusalén grande y muy alta es un gran candidato para la siembra individual, islotes de césped, áreas de recreación y una gran planta grande para decorar camas estrechas cerca de las paredes de los edificios o una alternativa a los setos clásicos. En el jardín, solo se puede usar donde la sombra de exuberantes arbustos no interfiera con el resto de las plantas. Al plantar una alcachofa de Jerusalén muy efectiva, debe tenerse en cuenta que para la cosecha, debe proporcionar un enfoque conveniente para la siembra.
Pero la batata es una enredadera conmovedora, hermosa y muy exuberante, que se ve muy bien en el primer plano de las composiciones, en grandes bordes exuberantes, como una planta que decora el pie de cercas y cercas en compañía de arbustos de bayas (desde el lado de los girasoles), en el papel de una mini decoración de cubierta de suelo bellamente florecida. - parterres y parterres decorativos. Pero la belleza de la batata se revela más plenamente en la cultura ampelosa y en el papel de un tinte gracioso trepador de recipientes grandes, en los que la planta puede crear una cascada espectacular.
La alcachofa de Jerusalén y la batata se pueden cultivar en cualquier lugar del jardín. Lo principal es que el suelo no es demasiado denso y el lugar está bien iluminado. Ni siquiera le temen a los lugares cálidos del sur. La única dificultad para cultivar batatas es el miedo a la más mínima helada, típica de todas las enredaderas: la batata, a diferencia de la perenne y resistente alcachofa de Jerusalén, morirá en la primera noche de frío (la cosecha se puede cosechar antes de las heladas, independientemente de los brotes marchitos).
La batata crece bien en cultivo en contenedor, pero para obtener una cosecha, es necesario plantar plantas en un contenedor con un volumen de al menos 30 litros, de lo contrario, el poderoso rizoma no podrá desarrollarse normalmente y los tubérculos formados serán pequeños e insípidos.
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